A partir de una publicación sobre un caso prolongado de abuso sexual realizada por una joven corondina, que actualmente vive en Santo Tomé, el Colectivo Ni Una Menos se solidarizó e incluso puede haber una judicialización de la situación.
«Desde el Colectivo Ni Una Menos nos solidarizamos con Luana Morante quien hizo pública su denuncia de abuso sexual (SIC). Esta denuncia nos conmueve, nos escandaliza, nos incomoda, pero sobre todo, nos ayuda a visibilizar que en el 72% de los casos de abuso sexual los agresores pertenecen al entorno familiar o cercano: padre y padrastro representan el 90% de los agresores de víctimas de violencia familiar y pareja y ex pareja son el 81% de los agresores en casos de violencia de género. En el total de los casos, el 68 % de las víctimas son mujeres». Luego manifestaron: «Acompañamos el dolor de Luana y el de toda aquella víctima que haya pasado por esta situación. Nos sumamos a su grito, reivindicamos la realización de la denuncia en estos casos y exigimos justicia con perspectiva de género y total aplicación de la ley ESI y que se tomen medidas urgentes con el abusador».
Según el relato de la joven corondina afincada en Santo Tomé hace algo más de 4 años «todos tenemos una cruz que nos va a marcar toda la vida. A mis 17 años me animé a contar mi abuso (que duró desde que tengo conciencia hasta mis 14 años). Mí infancia no fue buena. Tuve que aprender a ser mujer desde muy chica. La vida me golpeó duro desde siempre. Jamás denuncié, siempre estuve sometida y con miedo» empezó el desgarrador testimonio, según publica Periódico Corondino.
Luego, la joven que pese a todo se repuso y con mucha valentía siguió adelante con estudios y su vida, explicó: «Estaba atada de pies y manos. La persona que me dio el apellido es la persona a la cual le tengo tanto asco y odio. Es la persona que me enseñó a tener rencor, y a no quererme a mí misma». Sujeto que se encargaba de decirle, según sus propias palabras «si vos contás esto, a mí me meten preso».
Posteriormente, Luana contó: «Jamás voy a olvidar las veces que me escondí en un tacho (el cual usaba yo para jugar) para que no me encuentre cada vez que mi mamá se iba a limpiar casas. Jamás voy a olvidar las veces que me obligaba a darle besos o que lo toque. Recuerdo que cada vez que pasaba, yo salía corriendo al baño a vomitar. Jamás voy a olvidar el ni siquiera poder bañarme tranquila porque me espiaba por el Ventiluz. Jamás voy a olvidar las veces que me tocó y rozó sus partes íntimas en mí cuerpo. Jamás voy a olvidar cuando acabó en mí panza y a mí me ardía, yo era chica y pensaba que me había dado alergia (SIC)».
Finalmente, la joven, Reina Provincial del Estudiante en setiembre de 2016, elegida en Coronda finalizó su tremendo relato con «y lo cuento ahora, 21 años después porque antes no sabía cómo hacerlo, ni cómo decirlo. Hoy 1 de abril me siento fuerte, y triste. Hoy 1 de abril quiero que el mundo sepa lo que me paso y el daño que me causaron desde pequeña».
A partir de esta dolorosa narración, hecha en primera persona y ya multiplicada, hubo denuncias y la causa se activaría de inmediato. (Fuente: Periódico Corondino).