Sabores y Aromas del Ayer, hoy… Pizzería Centenario

Por Viviana Lisa

El 30 de Noviembre de 1990 inauguramos “Pizzería Centenario” en el salón de adelante del club que lleva el mismo nombre. Se llamaba de así porque el contrato lo exigía.

Hermes había tenido una pizzería algunos años atrás en calle Rivadavia, pero era solamente pizza para llevar.

El día de la inauguración nos ayudaron familiares y amigos. De a poco fuimos incluyendo personal.

Los cuadros que decoraban las paredes los había pintado Horacio Lisa, muy coloridos y originales.

Los discos de pizzas los comprábamos en una panadería de Maciel y en otra de esta ciudad. Además vendíamos empanadas de carne, dulces y saladas y de jamón y queso, tartas, sándwich fríos y calientes.

Al principio Hermes trabajaba en la cocina y yo en la caja. Más tarde, Marito Córdoba, un fiel empleado al que quisimos mucho y aún seguimos queriendo, tomó el lugar de Hermes en la cocina.

Hermes pasó al salón, de mozo y a hacer relaciones públicas, que es su fuerte. Yo también empecé a colaborar en la cocina.
Las primeras semanas nos fue muy bien, mucha gente se acercó a probar nuestras elaboraciones. Pero un fin de semana…¡ no vendimos nada! Y ahí empezamos a pensar en nuevas alternativas y surgió PIZZA LIBRE. Las variedades de pizzas que se servían era: común, con orégano, con huevo duro, con cebolla, roquefort, con ajíes, con tomates y orégano, entre otras.

Cuando llego el invierno, pensamos en otra opción de menú. Comenzamos a ofrecer PASTA LIBRE, tallarines, ñoquis y ravioles con salsa bolognesa y crema.

Fueron 3 años de mucho trabajo, cansador pero gratificante. Pasó mucha gente que nos ayudó y con los cuales siempre tuvimos una excelente relación. La abuela de Hermes, Agustina y mi mamá Olga siempre estuvieron al pie del cañón para brindarnos su ayuda.

Chiche Botta también estuvo entre los que nos ayudaban, apenas se levantaba la gente de la mesa él iba a limpiarla y desde la mesa nos gritaba: ¡CHACHO, CHACHO, CHACHO! refiriéndose a que habían dejado muy sucia la mesa, como si hubiesen comido chanchos.

Otra persona a la que aun extrañamos y del que aprendimos y nos divertimos muchísimo es el queridísimo “Gallego” Eduardo Rodriguez. Con él aprendimos, entre otras cosas, a hacer las “papas a la gallega”, con cebolla y crema… ¡un manjar!
Éramos jóvenes y nos cansamos de estar ocupados los fines de semana, por lo que en un momento decidimos venderla. Y así fue que la vendimos en la misma fecha que inauguramos, el 30 de Noviembre pero de 1993.

Foto: Gallego Rodríguez, Hermes Campana y Dani Carnero.
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