Por Mónica Vivas
La mazamorra era un postre que hacía mi abuela Teresa Ibáñez, pero en ninguna ocasión especial, era cuando ella tenía ganas de comerla, y yo le ayudaba en la preparación. Vivíamos al lado y comía más con ella que con mis padres.
La receta es fácil. Se deja la noche anterior maíz blanco remojando en agua, al otro día se escurre y se pone a hervir con leche a fuego bajo, un litro de leche por cada ½ kilo de maíz blanco, hasta que se vaya cocinando el maíz sin que hierva la leche y se le agrega azúcar a gusto.
Hace poco tiempo, se me ocurrió hacerles mazamorra a mis hijos y nietos y les gustó muchísimo. Mi nietito mayor la bautizó “comida de indios”.
Otra de las exquisiteces que hacía mi abuela era “el cascracho», así le decía ella, pero era una torta increíble. La hacía marmolada y, como se rompía arriba luego de salida del horno, su pinta no la favorecía y por eso su nombre.
Gracias abuela por tanto.
