Un joven de Maciel disfruta día a día de saludar a todos los conductores que pasan frente a su domicilio, en pleno centro del pueblo. Este miércoles, un chofer de una empresa de colectivo decidió darle un obsequio a modo de agradecimiento por esperarlo cada jornada.
Mauro tiene 19 años y un retraso mental madurativo producto de una falta de oxigeno que sufrió de bebé. Pese a las diversas y profundas dificultades de salud que debió atravesar a lo largo de su vida, nada lo detuvo.
Desde hace mucho años, le gusta pasar su tiempo en la puerta de su casa, sobre Bv. Sarmiento, esperando colectivos, camiones y autos para saludar a quien sea que pase. Sabe los horarios de los micros y de algunos choferes particulares.
Uno de ellos es Martín, de la empresa Galvense, quien el pasado miércoles le tenía preparada una sorpresa. Al pasar, se detuvo frente a la casa de Mauro que nuevamente lo esperaba con una enorme alegría y agitando sus brazos.
El hombre lo hizo subir al colectivo y le obsequió una remera en una bolsa con un papel abrochado el cual tenía escrito su nombre y número de teléfono, lo que significó una alegría inexplicable para Mauro.
En diálogo con Info Más, su hermana contó: «Más allá del gesto que nos sorprendió muchísimo es la emoción que significa en él esa actitud. De la emoción entró corriendo a casa y no supo decirnos para qué era el número, entonces le escribimos agradeciéndole. Nos respondió diciendo que era en agradecimiento a la buena onda y a la espera de todos los días».
«Es enorme ese gesto para nosotros. Mas allá de que muchos conocen su historia creo que el chofer sin saberla le agarró ese cariño y con ese regalo lo hizo feliz. Pasan camiones de todos lados del país y le tocan bocina porque ya saben que los espera. Es más una vez cuando él estuvo internado un camionero se bajó a preguntar que había pasado que no lo veía», relató.
El joven de Maciel tiene la misma costumbre desde hace muchos años, la cual compartía junto a su abuelo. A pesar de su fallecimiento, él continúa con la tradición y esta vez, la alegría que regala día a día fue recompensada.
Por último, su familia agradeció especialmente el gesto de Martín y de todos los choferes y las personas que siempre le retribuyen los saludos. «Él es un guerrero y es lindo ver como lo quieren», concluyó.
