La amasadora de «La Perla» – Por Floreal Alberti
La máquina llegó a Gálvez por el año 1953 en tren de carga, mi padre la adquirió en la fábrica Siam de Buenos Aires.
Su descarga y traslado fue muy difícil, yo recuerdo, con apenas 11 años, las idas y venidas de amigos, vecinos y changarines.
Se descargó en la plataforma de descarga del galpón ferroviario y ahí quedó hasta el otro día, que una chata tirada por caballos entró por las vías del ferrocarril y arrimó a la plataforma, la cargaron y así llegó hasta la panadería y, sobre caños que rodaban, llegó a su actual lugar.
Pesa aproximadamente 1500 kg y mide 5 metros de largo.
Vino con un motor eléctrico acoplado a la estructura de la máquina la cual tenía en su parte superior un carro sobre 2 rieles que iba y venía para el amasado.
En esa época lo menos era amasar diariamente entre 7 y 9 bolsas de harina de 50 kg cada una.
A la máquina la usaba el maestro amasador y su ayudante.
La levadura para el pan se empezaba a preparar la tarde anterior, formando la famosa «masa madre» y a la madrugada se ponía en marcha para hacer el pan del día.
Recuerdo maestros como Segundo Piazzi, Francisco Pines, Avelino Vertonazco (de Hersilia), Felipe Villafañe, entre otros.
Y así ésta amasadora con su larga historia de casi 80 años y algunas modificaciones sigue en marcha haciendo su trabajo de todas las mañanas con nuevas y jóvenes manos.
Fotos: Alejandro Alberti y Floreal Alberti junto a la amasadora de La Perla.