Estudiantes de la cátedra de Práctica de Enfermería Comunitaria de la Licenciatura en Enfermería del Centro Universitario Gálvez, dependiente de la Universidad Nacional del Litoral, realizaron una actividad de concienciación en una escuela primaria de esta ciudad, en relación con el consumo excesivo de la comida denominada ultra elaborada.
Teniendo en cuenta los trastornos en la alimentación que son cada vez más frecuentes, la estadística nacional indica que pueden aparecer en cualquier edad, aunque la adolescencia es la etapa donde más surgen. La mayor incidencia se produce entre los 14 y los 18 años, pero cada vez nos encontramos con casos que tienen una edad de inicio más baja, en torno a los 8 o 9 años y también en personas de edad adulta.
Se estima que 4 de 100 mujeres adolescentes padecen de estos trastornos. Otro dato a tener en cuenta, es que si bien es más frecuente en la mujer, también hay varones que lo padecen. La relación es 8 a 1, cada 8 mujeres hay un varón que tiene estos problemas.
Según explicaron desde el grupo: “Nos basamos a través de las encuestas realizadas en las zonas cercanas al centro de salud Eva Perón donde nos tocó trabajar. Desde ahí surgió la idea de realizar esta charla de prevención y educación” y “tras notar que la mayoría de los habitantes del lugar tenía poco consumo de alimentos orgánicos y si hablamos de factores de enfermedades de riesgos nos encontramos con obesidad, diabetes, desnutrición, trastornos de aprendizaje, presión arterial, e ineficiencia de desarrollo en niños”.
La actividad de proyección comunitaria de estos cursantes del primer año de la carrera, oriundos de Gálvez, Coronda, Santa Fe y San Fabián, se realizó en la Escuela Nro. 3064 “Poeta José Pedroni”, con alumnos y docentes de quinto grado.
La propuesta se denominó Nutrición y Alimentación Saludable, la coordinación de las tareas estuvo a cargo del Prof. Mauro Durdos, y el objetivo principal de los estudiantes Martina Anturre, Mariana Berra, Lisandro Citzia, Anna Frutos, María Muñoz, Abigail Blanco, Ariana Marcheret, María Laura Martínez, Gastón Ibáñez, Andrea Núñez, Ignacio Urbansky y Johana Kasianchuk fue reforzar la concienciación de higiene y consumo excesivo de alimentos ultra-procesados, dando a conocer productos saludables, dieta balanceada, buena higiene y agregando a eso la importancia de la hidratación y actividad física.
También se tuvo en cuenta la posibilidad de paliar la crisis económica que no permite la compra permanente de alimentos calificados, que suelen ser los más caros de la canasta básica, por eso la idea de implementar huertas y de entregar semillas que el INTA les donó a los estudiantes.
Los ejes abordados fueron nutrición y alimentación saludable, recomendación de alimentación saludable, el cuerpo y los nutrientes, ley de etiquetado frontal de envase, trastornos y enfermedades relacionadas a la mala alimentación. Además, cómo construir una huerta en casa, higiene de los alimentos, recetas saludables y económicas y la importancia del agua en nuestro organismo (vida).
“Fue una experiencia muy reconfortante, los niños participaron con las consignas, comentaron sus hábitos. Fue muy gratificante también recibir su cariño, que se tradujo en cartas y notas que nos obsequiaron” indicó la estudiante Núñez, luego de la tarea realizada y agregó que “los chicos confiaron en nosotros, y eso fue una experiencia maravillosa, donde también pudimos ver distintas realidades y conocer historias conectadas desde esta temática”.