El horno a leña

Por Paola Aimo

El horno a leña de la panadería de mis abuelos Aimo se comenzó a fabricar tiempo antes de que se inaugurara la panadería, por el año 1928 y después de unos meses, estuvo a punto para poder ser estrenado.

Quien lo construyó fue mi bisabuelo, Miguel Aimo, con ayuda de gente que había venido de Rosario, exclusivamente para realizar ese trabajo y es muy probable con la colaboración de sus hijos.

El horno estaba construido con ladrillos comunes en paredes y techo, con su forma característica de techo cóncavo, y ladrillos refractarios en el piso, a una altura de un metro del suelo aproximadamente y con una amplia abertura en el frente que la cerraba una puerta de hierro fundido muy pesada. A un costado de ésta tenía otra abertura, en este caso una ventanita para ir observando el interior del horno sin tener que abrirlo. Y por supuesto una gran chimenea que daba aviso a los vecinos de cuando comenzaba a funcionar.

Sus medidas eran de unos 7 metros de frente por 4 metros de profundidad y por un metro de altura en su parte más alta, poco más, poco menos.

Tenía capacidad para hornear casi 300 kg de pan, teniendo en cuenta que podían cocinarse de una vez el pan de 24 tablas aproximadamente.

Funcionaba a leña, así que era ardua y estratégica la tarea de ordenar los troncos para comenzar a quemarlo y que alcance la temperatura deseada, se retiraban las brasas y estaba listo para cocinar.

Todo empezaba a la tardecita, se quemaban entre 80 y 100 kilos de leña por día. Iban entre 2 ½ y 3 hs para llegar a 310°C / 320 °C para que después, al momento de cocinar a la noche, esté en 280°C / 290°C. La temperatura duraba toda una noche y se cocinaba de todo, por supuesto el pan de todos los días, facturas, bizcochos, torta alemana, panes de leche, etc. ; hasta el otro día a las 8 y 9 de la mañana, donde ya el despacho estaba funcionando a pleno desde tempranito.

«El horno a leña es un símbolo de una época, pero también es un símbolo cargado de sabor. Todo el mundo coincide en que el pan horneado en horno a leña tiene otro sabor, quizás el sabor ancestral de lo verdaderamente natural”
Gracias a mi hermano Adrián por la información brindada. Gracias también a mis padres que siempre mantuvieron viva la historia de nuestra panadería.

Hoy existen otros hornos similares en la ciudad, donde se ha reemplazado el quemado de leña por gas. Agradecemos a panadería La Perla, Pratto, Ortiz, siglo XXI por las fotos.

Horno Panadería de Pratto, uno de los últimos días de funcionamiento. Panes listos para ser horneados.

Puerta e interior horno Panadería La Perla.

 

 

Horno panadería Siglo XXI.

Panadería Ortiz.

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