En la nómina para recibir a Huracán el pasado domingo, el técnico de Unión de Santa Fe, Gustavo Munúa incluyó al juvenil galvense Alessandro Balbo, quien desde el 2015 vive en Santa Fe, defensor que concentró por primera vez con el plantel profesional Tatengue y que si no fuera por la expulsión de Franco Calderón, lo veíamos en cancha porque el técnico lo había llamado para ingresar.
Ante la salida de Emanuel Brítez, Diego Polenta quedó como el único central izquierdo natural en el plantel profesional de Unión, más allá de que Claudio Corvalán pueda ocupar ese lugar esporádicamente. Ante esto, Gustavo Munúa decidió convocar a Alessandro Balbo, quien concentró con el primer equipo por primera vez.
Balbo nació el 22 de enero del 2002 en Gálvez. Hizo sus comienzos en «Gambetas», un grupo de jugadores que entrenaba «Tucu» Ferreyra y Rubén Bagilet. Luego jugó en Barrio Oeste y en 7º grado en Capitán Bermúdez de esta ciudad. Cuando comienza el primer año del secundario se va a jugar a Argentino de López y jugando allí, debido a su buen rendimiento, lo convocan para el seleccionado de la Liga Esperancina para jugar un encuentro en la localidad de Alcorta. Luego de ese encuentro futbolístico con el combinado de la liga, en el año 2014, Alessandro le comentó a su papá que lo iban a llamar de Unión de Santa Fe. A los pocos días, el llamado telefónico sucedió y hasta el día de hoy, quien comenzó como lateral izquierdo pero desde hace un buen tiempo viene jugando como segundo marcador central, se encuentra está en la institución «tatengue».
Él mismo se describió como fuerte en el juego aéreo, tanto en defensa como ataque, como también ágil en el mano a mano a la hora de defender. E incluso, se puso una meta para este 2022: debutar en Unión. Por lo pronto, ya dio un paso importante. Este domingo Alessandro estuvo a punto de ingresar, pero debido a una expulsión de un compañero no se concretó. De todas maneras, es cuestión de días para verlo en cancha.