Barrancas (Santa Fe), años 90. Chamamé, música litoreña y, por supuesto, mucha cumbia santafesina. Constantes bailes y fiestas repletas de ritmo. Con ese contexto, un niño de 15 años comenzó a consolidar su gusto popular, rodeado de influencias como Rodrigo y, a metros de él, mientras comenzaba como tecladista, tocaba un grupo del calibre de «Trinidad«, donde cantaba nada más ni nada menos que el legendario Leo Mattioli. «Cuando vi todo el despliegue de esos shows quede obnubilado«, confesó Agustine, el innovador cantante de cumbia.
El nuevo álbum del joven nacido en Barrancas, «Esto Está que Arree«, apunta a una diversidad de público: «En Santa Fe están Los del Fuego, Los Palmeras, Los Lamas… Agustine es el primer artista diverso de la cumbia santafesina», destacó el cantante en declaraciones a el equipo de «Desparejos con Humor».
El disco que contiene «La Cabaña» (gran éxito del artista que de la noche a la mañana en su lanzamiento alcanzó las 1500 reproducciones y hoy lleva más de 30000), propone una fusión de ritmos, motivo por el cual la cumbia es acompañada de bases electrónicas y ritmos urbanos: «Hasta el 2015 hacía mi música con tambores latinos, pero entendí que la era digital había cambiado el oído del público y hoy este estilo tiene más llegada«.
Aquella idea dotada del componente diferencial, fundamental a la hora de cualquier proyecto artístico, logró que portales como Filo News o Billboard suban el lanzamiento del disco y que, además, tanto Agustine como su productor, Guillermo Beresñak (productor y director musical en la película de Gilda), rebalsen de llamados.
Si bien Agustine admite ser inseguro en algunas oportunidades, hay algo que afirma con vehemencia absoluta: «No hay ninguna banda que haga este tipo de cumbia«. Y no hay nada mejor que un artista convencido de lo que tiene para ofrecer.
Agustine, una figura del estilo de cumbia propio de esta provincia y que Los Palmeras extendieron por el país, acaba de lanzar su nuevo disco «Esto está que arree» donde cruzó la movida tropical con sonidos electrónicos y ritmos urbanos para, dijo, «salir de mi zona de confort».
Lo que yo hice fue conservar el acordeón y el ritmo, pero fusionarlo con percusiones más electrónicas que para mí van más con el mundo digital que se vive hoy. Fui el primero hasta ahora, ojalá perdure y vengan muchísimos más que se animen a fusionar», señaló Agustine a Rosario Plus.
Para lograr esta mixtura que no le haga perder sus raíces pero que le expanda el horizonte, Agustine se trasladó al Oeste del Gran Buenos Aires, a la casa del músico y productor Guillermo Beresñak quien produjo a Miss Bolivia, El Chávez, Coiffeur, Kumbia Queers, Leonchalon, Natalia Oreiro (para la película de «Gilda»), Los Rusos Hijos de Puta y Malafama, entre otros.
El álbum «Esto Está que Arree» se encuentra disponible en el canal de Youtube del artista (Agustine Cumbia), Spotify y diversas tiendas digitales.
El barranqueño charló con Télam sobre esta actualización sonora de la tradicional cumbia de su provincia.
—¿Cómo lo conociste a Guillermo Beresñak?
—Tengo orquesta de cumbia santafesina hace 20 años y más o menos en 2012 empecé a escuchar a Miss Bolivia y me voló los pelos y veía que por todos lados salía el nombre de Guillermo Beresñak, así que algo tenía que ver con todo eso. Le mandé un mail y me contestó un año después. Me vine a Haedo, que no tenía idea dónde era y empezamos a armar dos canciones que con el tiempo se convirtieron en un disco completo que terminamos en pandemia. Hoy somos grandes amigos y de hecho vivo en su casa en Haedo.
—¿Dejaste de tocar en el circuito de la cumbia?
—No, siempre seguí tocando. Viajo dos veces por mes a Santa Fe porque soy muy popular en el sur y en el centro por suerte y trabajo mucho todos los meses. Ese es mi sustento y no dejé el circuito porque es parte de mí.
—¿Cuáles son las características principales de la cumbia santafesina en relación con las otras formas de cumbia?
—La cumbia santafesina son tambores, percusión latina, generalmente con congas, timbales, güiro, campanas o bongoes y predomina siempre el acordeón, que es una de las líneas fuertes, y en otra línea la guitarra como armonía de introducción que resalta mucho.
